domingo, 22 de junio de 2014

LAGO DI GARDA: MALCESINE Y TORBOLE SUL GARDA. VIAJE POR ITALIA DE LA TOSCANA A LOS DOLOMITAS.

13 de junio de 2014

 
El despertar enfrente al Lado Di Garda, fue un regalo a los ojos. Un cisne delante de nosotros se paseaba con su desplazamiento armonioso. Fuimos a dar un corto paseo entre los aloendros en flor que bordean el agua; ya no olía a “zotal” sino que se respiraba la brisa del lago.
 En el azul del lago se veían algunas embarcaciones que se disponían a navegar. El calor era mucho mas tolerable que en la Toscana, apenas veinticuatro horas antes y, en cuanto comenzó a hacerse notar, nos dirigimos a Torbole . 
Antes de llegar queríamos pasar por Malcesine donde se puede ver el castillo Scaligeri, del siglo XIII. Construido por los Scaligeri de Verona en 1277. Estacionar se estaba poniendo un poco complicado, no quiero imaginarme en época de julio y agosto. Tuvimos suerte y encontramos un parking de tamaño suficiente para nuestra camping-car. Es el problema de las autocaravanas que, cuando visitas las ciudades, el encontrar un lugar a veces resulta un poco difícil; aunque los parkings están señalizados si se permite o no, haciendo mas fácil el asunto.
El calor seguía apretando, aunque un poco menos que en los días previos pero, a mediodía, mas apetecía una sombra que visitar la ciudad; por lo que Malcesine se resumió en una corta estancia. Intentamos ver el castillo pero estaba cerrado. Es una ciudad con muchos turistas. Tiene un funicular que sube al monte Baldo ya que la propia ciudad esta a los pies de la montaña oculta entre olivos, cipreses y aloendros. Aquí fue donde Goethe comenzó su viaje por Italia. Cuenta una historia que se puso a dibujar el castillo en un papel y lo vieron, lo que hizo que pensaran que era un espía y estuvo detenido hasta que se aclaro el asunto. Hoy en día existe una estatua y varias placas en su conmemoración.

 Sacamos algunas fotografías, llegamos a la bahía, y nuestras cámaras siguieron trabajando, ¡parecíamos turistas japoneses!. 
La temperatura se iba incrementando a medida que pasaba el tiempo. Hacer fotografías se estaba haciendo muy costoso por el sol, así que nos dirigimos a Torbole donde teníamos las coordenadas de un camping. La carretera que bordea el Lago di Garda, no solo es estrecha y sinuosa; sino que además esta repleta de tráfico y eso que aún no estamos en plena temporada estival. ¡No quiero imaginarme como se debe de poner esto en los meses de julio y agosto!. Íbamos pasando pueblo tras pueblo y, aunque en algunos queríamos parar, el no disponer de una dirección para el parking de la camping-car, lo dificultaba. Lo ideal, pienso yo, es venir a pasar unos días en esta zona con las bicicletas; pero la cantidad de tráfico no se si dificultará en extremo el paso de los ciclistas. De lo que si está repleto es de gente en motos; lo que les permite disfrutar de todas las ciudades de forma tranquila. Existe un autobús que hace el recorrido por varios pueblos del borde del lago; con una frecuencia de cada hora y que comienza su recorrido antes de las seis de la mañana y se prolonga hasta las 19 horas.
La conducción de la autocaravana llegó a ser un poco estresante, por la carretera sinuosa, la cantidad de tráfico y lo estrecho de las calles. Llevábamos anotada un área de estacionamiento, no un parking, pero el destino quiso que las coordenadas no marcaran la entrada exacta sino un poco mas lejos, eso hizo que cogiéramos otra calle de entrada, lo que supuso entrar en una zona tan angosta que el retrovisor derecho se desarmo. 
Teníamos que parar lo mas rápido posible a encajarlo, de tal manera que vimos señalizado un camping y ya sin muchas opciones a decidir si sí, o si no sería aquel el que queríamos; entramos directos. Necesitábamos reposo inmediato. El estrés de la carretera y el calor, estaban haciendo que lo que debería ser placentero comenzara a volverse irritante. 
A veces el destino tiene guardadas sorpresas, el camping de primera vista nos gusto y decidimos quedarnos allí mismo. El chico de recepción al ver que éramos españoles y de Oviedo, se le agrando la boca con la sonrisa y exclamo: - ¡La vida es curiosa a veces! - . Hablaba español, al menos a un nivel que se le entendía perfectamente. Nos contó que estaba preparando el viaje a Asturias para realizar el camino primitivo de Santiago, el y su chica, pero que sería en el mes de noviembre; de momento debía de trabajar en la temporada alta del camping. No se si fue casualidad o cierta empatía, nos dio la mejor plaza del camping. Digo la mejor porque estaba en la zona donde mas brisa corría; amplia y con el suelo todo mullido de un césped verde. A mi me pareció el paraíso poder quedarnos allí. 
Esta situado justo al borde del lago y directamente se sale a una playa de piedra. Yo quería quedarme mas de una noche, pero la fortuna se nos había hecho notar pero no eternamente. Aquel lugar tan estupendo solo podíamos disfrutarlo hasta las doce de la mañana del día siguiente. 
Teníamos casi unas veinticuatro horas de vivir en las antepuertas del paraíso. Hicimos las labores de ocupación de la plaza y rápidamente salimos a dar un paseo por la playa y orilla del Lago. Vimos gente preparada para el windsurf, con sus trajes de neopreno. El agua cristalina y, siendo aún las siete de la tarde, me apeteció aunque no bañarme por no llevar puesto el traje de baño, si el mojar mis pies y probar el agua. El placer que sentí es indescriptible, al notar el agua fresca subir por mis tobillos y alcanzar mis pantorrillas, dando masaje a mis piernas abotargadas por el calor. Tenia tal cara de felicidad que un chico joven se acerco a mi, era suizo, vestido de neopreno y me preguntó si encontraba el agua muy fría. Creo que confundió mi alborozo de poder refrescarme con un escandalo por la temperatura del agua. Yo le explique, allá como pude, que era todo placer el poder mojarme. Hablaba ingles, otra vez mas me di cuenta que es imprescindible esa lengua para salir por este mundo, pero obvie mi desconocimiento remarcándole que, como un suizo no hablaba francés, eso no era aceptable. Entre risas, Tino, él y yo llegamos a comunicarnos. Le gustaba hacer windsurf pero  ¡sin olas!, solo con el viento. Mi propuesta de que viajara a Asturias a realizar el deporte fue rechazada por las grandes olas del Cantábrico.  Al final resultó que era él quien encontraba el agua superfria y me decía que solo estaba a dieciocho grados. A mi me parecía una delicia y recordaba los catorce grados de nuestras playas en algunos días. 
Proseguimos el paseo y vimos a la gente practicando sus deportes , gente en bicicleta, y sobretodo gente pescando en el lago, metidos en el agua hasta la cintura.  Nos retiramos a cenar. Escuchamos el primer gol el partido España Holanda y un silencio absoluto en el camping, concluimos que éramos los únicos españoles allí asentados. A medida que íbamos cenado fue cuando comenzó el griterío por los goles que marcaba Holanda. Estaba claro de quien eran forofos los acampados. Salimos a pasear pero esta vez un corto paseo a la playa y nos fuimos a dormir.


NOTA: Información para autocaravanistas

Malcesine

Area de parking: siguiendo la carretera a la salida norte del pueblo a mano izquierda, Siento no haber anotado las coordenadas. Esta es un área amplia, mas adecuada y mejor para autocaravanas. Nosotros nos quedamos en un parking en la parte mas alta del pueblo, al que se acede por una carretera repleta de gente caminando que hace difícil el acceso. Tampoco tengo coordenadas.

 Torbole
Camping Al Porto:
GPS
Norte: 45.87194º
Este: 10.87305º
Este nos pareció un camping muy agradable, aunque desconocemos los otros que hay justo al lado. Hay varios por la zona. En éste, la ocupación era muy alta. Curiosamente resultó que éste era aun mas barato que el Área que quedaba un poco mas allá. Dispone de Wifi.

Area en Torbole:
Datos en www.campingcar-infos no estaban exactos. Las coordenadas exactas son:
Norte: 45º 52.361’

Este : 10º 52.355’

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